Por: Óscar Castañeda.
Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana.

Fotografía de: El Espectador

No hace mucho trabajaba como profesor, y recordaba a Sartre, Beauvoir, Camus, Marcuse, Foucault, que estuvieron con sus estudiantes en la lucha de igualdad, y de hacer valer sus derechos, esos si eran profesores que valían la pena, que miraban a los estudiantes como seres humanos, y no como obreros, por eso estuvieron liderando el movimiento 68 en Francia, o también conocido como “Mayo del 68”. Se suponía que era una protesta de 5 días máximo, pero se prolongó por más de 2 semanas, donde se hicieron valer los derechos de la revolución francesa, “Liberté, Égalité y Fraternité”, y se pudo cambiar la situación de los jóvenes, ¿por qué?, porque habían lideres pensantes, líderes que estaban con el pueblo, y no como hoy, que ya no hay nadie quien valga la pena, son líderes mientras les conviene, ya después no lo son, y dejan morir a su propio pueblo, o los masacran por el beneficio de ellos mismos, asco es lo que me dan esos líderes.

Cuando se realizó en Francia el movimiento 68, se extendió a México, y el pueblo salió a luchar también, porque estaban cansados de un estado opresor e injusto. Pero el 2 de octubre de 1968, el gobierno los masacró (La matanza de Tlatelolco), por hacer valer sus derechos como seres humanos. En aquella época, el embajador de México en la India era Octavio Paz, el gran poeta y premio nobel, que, al ver esta matanza, renuncia a su cargo diplomático, ya que no podía representar a un estado asesino, y aquí es donde yo me pregunto ¿Quién de nuestros gobernantes ha renunciado en Colombia al ver una masacre? ¿Quién ha defendido al pueblo realmente? ¿Por qué les duele ver más, como romper las calles y rayan paredes, que ver como nos están asesinando?, aún no lo comprendo ¿Por qué nos matan?, si lo que queremos es vivir, progresar, salir adelante, como para que nos maten. Vivir no es fácil, y mucho menos, ver que no nos lo permiten.

Me duele ver las noticias, leer los periódicos, ver las redes sociales, escuchar la radio, porque todo es muerte, y muerte, y más muertes, de jóvenes que están peleando por su generación y las siguientes, para una mejor vida, ¡en un estado de merde!, (como diríamos en francés) que lo único que les importa es ser homicida ante el propio pueblo que creyó en ellos.

No me he preparado como licenciado en Humanidades, para ver cómo me masacran a mis estudiantes, verlos tirados desangrándose, y gritando ¡No más, no disparen!, ver a las madres de familia llorando por sus hijos ¡No, no y no, me he preparado, y nunca me prepararé para ver esta crueldad! ¿Para que estudié licenciatura en Humanidades?, si ni siquiera respetan la vida en este país.

¿Para dónde vamos, Lucas, Santiago, Dilan?, ah, verdad que no me pueden decir nada, porque los mataron, ¿y ustedes para dónde creen que vamos?, ah, verdad, no lo saben, pero dentro poco sí, no demoran en matarlos también.