Según cifras del DANE, la población en el Área Metropolitana de Bogotá, compuesta por más de 20 municipios, ha aumentado durante los últimos años; lo que representa a su vez, un incremento en la carga contaminante que llega al río Bogotá. Pese a esto, la calidad del agua presenta características físico químicas similares a las de hace años atrás y aunque podría sonar nefasto, es un avance sustancial en el proceso de descontaminación, pues hay más personas contaminando y aun así el río subsiste, manteniendo la proyección de que la calidad comience a mejorar con la entrada en operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Estas obras hacen parte de las obligaciones impuestas por el Consejo de Estado, que ordena a varias entidades y alcaldías, adoptar un plan que garantice la descontaminación del afluente. La CAR Cundinamarca es uno de los 46 actores sentenciados y debe cumplir específicamente con los trabajos de adecuación hidráulica para darle mayor capacidad de transporte de agua y mermar el riesgo de inundación, así como garantizar la construcción de plantas de tratamiento a lo largo de toda la cuenca, para disminuir la carga contaminante.

En este entendido, la entidad ha avanzado en la ejecución de las obras de adecuación hidráulica en 115 kilómetros del afluente, desde el municipio de Soacha hasta Puente Vargas en el municipio de Cajicá, en donde se amplió la capacidad hidráulica del vaso, permitiendo una mayor dinámica a pesar del crecimiento poblacional y de los eventos climáticos, que año tras año generan mayores impactos por consecuencia del cambio climático. Estas obras consisten en la ampliación del cauce para evitar inundaciones, limpieza del mismo y compra de alrededor de 6 millones de metros cuadrados de predios para zonas de inundación controlada. Con esto, la capacidad hidráulica pasará de 80 metros por segundo a 130 metros por segundo; además se está ampliando la playa del afluente en 10 metros a cada lado y se están construyendo nuevos jarillones.

Tomado de: Sala de prensa CAR