El estudio de la U. de Harvard que analizó datos de 3.800 lugares en EE.UU detectó que quienes han vivido durante décadas en un condado con altos niveles de contaminación por partículas finas tiene un 15% más de probabilidades de morir por COVID-19 que alguien viven en lugares con mejor calidad de aire. Con el paso de los días, y a medida que se extiende por el mundo el nuevo coronavirus, una sospecha se ha ido consolidando entre investigadores: el aire más contaminado aumenta las probabilidades de morir por la infección.  Así lo confirma un nuevo estudio nacional llevado a cabo por científicos de la Escuela Chan de Salud Pública de la U. de Harvard.

El estudio, liderado por Xiao Wu, Rachel Nethery, Benjamin Sabath y Danielle Braun, es el primero en analizar el vínculo entre la exposición a largo plazo a la contaminación del aire por partículas finas (PM2.5), generada principalmente por la combustión de combustible de automóviles, refinerías y plantas de energía, y el riesgo de muerte por COVID-19 en los Estados Unidos. Según el trabajo, mientras más altos son los niveles de contaminación del aire en una ciudad, más probabilidades de morir a causa de la enfermedad. El estudio analizó 3.080 localidades en todo Estados Unidos, comparando los niveles de contaminación del aire con partículas finas con los recuentos de muertes por coronavirus para cada área. Ajustando el tamaño de la población, las camas de hospital, el número de personas examinadas para COVID-19, el clima y las variables socioeconómicas y de comportamiento como la obesidad y el tabaquismo, los investigadores encontraron que un pequeño aumento en la exposición a largo plazo a PM2.5 conduce a un gran aumento en la tasa de mortalidad de COVID-19.

De acuerdo al reporte, alguien que vive durante décadas en un condado con altos niveles de contaminación por partículas finas tiene un 15% más de probabilidades de morir por COVID-19 que alguien que vive en una región que tiene solo una unidad (un microgramo por metro cúbico) menos de dicha contaminación. El estudio sugiere que los condados con niveles de contaminación más altos “serán los que tengan un mayor número de hospitalizaciones, un mayor número de muertes y donde se concentren muchos de los recursos”, dijo la autora principal del estudio Francesca Dominici, profesora de bioestadística de Clarence James Gamble, Población y ciencia de datos en Harvard Chan School, al New York Times.

Tomado de: Diario El Espectador