¡De acuerdo con análisis técnicos, para que el embalse de Chuza se llene tendrían que ingresarle diariamente por lo menos 30 metros cúbicos por segundo y no extraerle nada durante un período de cuatro meses, aproximadamente!
Pese a las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos días en Bogotá y algunos municipios de La Sabana, los niveles de embalses como Chuza y Tominé mantienen una curva descendente y por tanto la situación sigue siendo crítica.
La advertencia la hizo el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, al dar a conocer el reporte de los agregados Norte, Sur y Chingaza al cierre de este mes de abril, cuando hacen presencia algunas lluvias, pero no en las zonas de recarga de las corrientes que alimentan estos sistemas de regulación.
“Esta curva descendente significa que es más el agua que les estamos extrayendo que la que les está ingresando a embalses como Chuza y Tominé”, aclaró el director Ballesteros, al tiempo que fue enfático en señalar que los embalses son cuerpos artificiales alimentados por fuentes naturales de agua que nacen en los páramos de sectores como la Orinoquía y en la cuenca alta del Río Bogotá, donde la lluvia sigue siendo insuficiente.
De acuerdo con el análisis de datos realizado por técnicos de la CAR, para que el embalse de Chuza se llene tendrían que ingresarle diariamente por lo menos 30 metros cúbicos por segundo y no extraerle nada durante un período de cuatro meses aproximadamente, en un escenario optimista.
Sin embargo, la situación es diferente, pues mientras el fenómeno de La Niña no se active y no llueva en la cuenca de la Orinoquía, donde nacen los ríos y corrientes que alimentan el sistema Chingaza, por lo que resta de este año el embalse no se normalizaría.
“Claramente no será posible cumplir la meta de 20 % de estabilización en el sistema Chinzaga pues allí persiste la situación de escasez por la ausencia de lluvias en el páramo y subpáramo que es donde deberían presentarse”, subrayó el funcionario.
Iniciando la semana y a puertas de finalizar el mes de abril, el Agregado Norte, conformado por los embalses de Neusa, Sisga y Tominé registra niveles de 53,18 %, el Agregado Sur, representado por Chisacá y La Regadera, reporta 49,70%, mientras que el sistema Chingaza se encuentra en 16,29%.
“Esta curva descendente significa que es más el agua que les estamos extrayendo que la que les está ingresando a embalses como Chuza y Tominé”, aclaró el director Ballesteros, al tiempo que fue enfático en señalar que los embalses son cuerpos artificiales alimentados por fuentes naturales de agua que nacen en los páramos de sectores como la Orinoquía y en la cuenca alta del Río Bogotá, donde la lluvia sigue siendo insuficiente.
“El racionamiento se mantendrá mientras no se den las condiciones de lluvia en las zonas de recarga hídrica por lo cual no podemos relajar las medidas por el hecho de que observemos lluvias en Bogotá y en los municipios de La Sabana por porque no es allí donde se recargan los embalses”, insistió Alfred Ballesteros.
Información de: CAR.